Actualmente, los cristales son uno de los elementos principales a tener en cuenta dentro de la ingeniería de un auto. Por ello, es importante mantener una estandarización en el proceso de cambio de los parabrisas pues estos deben mantenerse en buen estado para conservar sus propiedades, seguridad y estética.

Los cristales nos protegen por lo que su ingeniería de producción contempla la seguridad que brindan a los ocupantes en caso de un siniestro. Las claves para reemplazarlos incluyen:

El desarme de las partes dañadas: dependiendo del cristal a cambiar se manipulan distintas piezas que interactúan con el vidrio.

Posteriormente se extrae el cristal dañado y se realiza la limpieza del adhesivo original, logrando un trabajo óptimo. La adherencia se ve reducida si alguna de las partes implicadas no está completamente limpia atentando contra la eficacia del adhesivo.

Más tarde se realiza la colocación del adhesivo y el ajuste del repuesto, uniendo el parabrisas a la carrocería. Se recomienda la aplicación del producto en forma de triángulo con una base aproximada de 7 milímetros y una altura de 1.3 centímetros.

Finalmente se realiza el armado final de las partes intervenidas del vehículo, espera del secado (según las indicaciones del personal que instaló y los materiales empleados) y entrega de la unidad.

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Para que conozcas más de la fabricación, corte, grabado y otros procesos por los que atraviesan los cristales para vehículos de la marca Saint-Gobain, te invitamos a observar el siguiente video.

Con información de: Cristales Pilkington.